AMIGOS CON DERECHOS

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Ella sentía que era un escenario ideal para una experiencia de verano. Se conocerían, intercambiarían besos y caricias, se divertirían, se despedirían después de algunas semanas y punto. No habría compromiso alguno ni tampoco sufrimiento en el adiós. Ambos tenían dieciséis.

Ella pensó que sólo era un amigo online, al que no conocía y por lo tanto no habría problema pues podría compartir su vida sin remordimientos, tener a alguien distante con quien “vaciar el costal”, pero sin lazos emocionales de por medio. Ambos tenían veintidós.

Ella creyó que era solo un buen amigo con quien tomar un café para hablar de las cosas simples de todos los días, sin obligaciones, a pesar de un beso fugaz, pues no pasa nada. Ambos tenían treinta y ella ahora estaba casada.

¡Ay de los que llaman bueno a lo malo, y malo a lo bueno! ¡Ay de los que convierten la luz en tinieblas, y las tinieblas en luz! ¡Ay de que convierten lo amargo en dulce, y lo dulce en amargo! Isaías 5:20 RVC

Historias como estas son comunes, son cosa de todos los días en una secundaria, en la oficina e incluso en la iglesia. La Biblia habla de una generación que no distingue el bien del mal, un grupo de personas que toman las cosas a la ligera sin considerar la postura del Señor. La Escritura nos señala que esta actitud contamina el corazón y afecta a los cercanos: Jóvenes y adultos van por la vida tomando decisiones sin pensar en cuanto les afectará a ellos mismos pensando “¿qué tiene de malo? no veo en qué pueda estar mal”.

El hecho de que estas actitudes sean comunes no quiere decir que sean correctas ¿cierto? El Señor, en Su infinita sabiduría, ha marcado como “incorrectas”  aquellas cosas que nos perjudican, es decir, están en la “lista negra” porque a corto o largo plazo, nos afectan negativamente, así de simple. El problema está cuando a pesar de que en Su Palabra hay una lista negra y una lista blanca, no sabemos de su existencia o ¡peor aún! cuando no logramos distinguir la diferencia. Tal vez sabemos de memoria ambas listas, pero a la hora de aplicarlas en la vida cotidiana no logramos aterrizar la Verdad divina.

En particular hoy, me refiero a la sexualidad que se vive en las relaciones sociales porque esta actitud de Isaías 5 está afectando y destruyendo a miles de familias. La falta de compromiso con Dios, con uno mismo y con otros está erosionando muchas vidas… pero tristemente, vemos esta actitud en muchas otras áreas de la vida: estudios, trabajo, política, salud, etc. Hoy más que nunca necesitamos ser una generación que distingue el bien del mal y que sabe cómo vivir esa distinción.

¡Que el Señor nos ayude!

Texto adicional: No permitamos que nos venza el mal. Es mejor vencer al mal con el bien. Romanos 12:21 RVC